viernes, 5 de septiembre de 2008

LA PDA, EL IFON, EL IPOF (o como se diga)Y SU PUTA MADRE

La era de la tecnología, de la más absoluta incomunicación comunicada.
Cada día,
a cada hora,
en cada momento.
Compruebo, veo, siento, oigo, percibo...
que no nos entendemos,
no nos comunicamos.
Que donde dije digo, digo Diego.
Que cuando yo te dije lo que te dije quise decirte lo que te dije pero tú no entendiste.
Que te mando un sms.
Mándamelo por fax.
No por email.
Y, ¿un cafetito tranquilos?
Y, ¿un paseo por el río...??
Y, ¿un silencio?
Y una mirada, simplemente.
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Ya lo he dicho más veces, este mundo es de locos y las tecnologías ponen en nuestras manos aparatos que nos alejan más unos de otros.
No nos tocamos.
No nos miramos.
No nos paramos.
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Quiero perder el tiempo contigo.
Quiero estar contigo, simplemente estar.
Quiero que me hables por tu boca, no por tus letras ni por la oreja.
Quiero oler tu aliento porque estás ahí y no a mil leguas virtuales.
Quiero tocar tu piel, tus labios y todo tu ser...
Quiero SER y SENTIR y COMPARTIR.
Perdón por el título de la entrada, pero me ha salido del alma.

13 comentarios:

Isabel Huete dijo...

Yo también quiero todo eso, pero gracias a este aparato que ahora tengo entre mis manos, he podido saber que existes, y me alegro.
Un beso grande.

jg riobò dijo...

Nada como mirar a los ojos.
Tristes los sucedáneos.

Teresa dijo...

Qué tiernota estás, tendrás que regalarle un portátil al marido para que lo lea.

Y que explique Isabel que es lo que tiene entre las manos que me he quedao bizca jejejeje

Teresa dijo...

Que se te han olvidado los cojones, en el título, digo

:P

Unknown dijo...

Razón tienes en querer contacto carnal, pero es que la tecnología es la pera, toda la información, música, películas que puedes llevar encima en nada en un mini-aparatito, la posibilidad de conocer tanta gente como nos ha dado internet, esto es la releche. :)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Nos estamos equivocando. Cada vez somos menos humanos.
No hay nada como un café y un paseo. Con las palabras justas.

Merche Pallarés dijo...

Estoy con Isabel, gracias a este invento he conocido (aunque sea virtualmente)a gente maravillosa como tu. Besotes, M.

Exiliado dijo...

Siendo muy claro. Donde este el contacto fisico, que se quiten las maquinas. De eso, no hay duda. Un paseo por el rio de la mano del ser querido es sin dudo mucho mas reconfortante que leer un email. (y no digo nada si el paseo incluye un revolcon furtivo entre los juncos... y una docena de sardinas asadas en un merendero je jeje) en fin, que tienes razon. Las nuevas tecnologias han acabado con muchas cosas. Pero como alguien dijo antes, a cambio nos ha dado la posibilidad de conocer a otras gentes.
Un saludo

manzacosas dijo...

Hola. Das en uno de mis puntos vulnerables. Odio esa tecnología, que me parece simplemente consumista. Pero no dejo de valorar y entender a Internet como un sistema de trabajo y de comunicación. Pero los aparatitos me dan repelús. Un saludo, Manzacosas

Isabel Huete dijo...

¡Joer, Bipo, tú siempre tan bienpensada! ¡Qué aparato va a ser! Jajaja.
Ánimo Piluca, que aún virtualmente te queremos un montón.
Besazos.

Anónimo dijo...

Es cierto que la tecnología permite que conozca ahora, desde aquí, desde Gran Canaria, a una persona de Burgos. La pregunta es, ¿por qué estoy escribiendo a una persona de Burgos cuándo en mi tierra hay miles de personas? Sí, la tecnología nos exige un peaje, un canon. Nos engancha y engaña, nos atrapa y hechiza.
Vivimos en la era de la incomunicación... eso es indudable. Porque incomunicación es también intrascendencia.
Sí desea leer mi blog sólo tiene que apretar sobre mi foto. Será bienvenida.
Saludos.

Francisco O. Campillo dijo...

Me sumo a lo del café compartido... y reposado.

Silvia_D dijo...

Muy buena reflexión :) pero aquí seguimos pegados como lapas, despotricando contra las nuevas tecnologías a golpe de interneses jajaajaj

Somos la leche!!

Besos, guapa!!