miércoles, 23 de abril de 2008

la contrariedad o el día gris de hoy

Hay días largos.
Días tontos y hasta estúpidos.
Días que tienes planeados un montón de planes y de cosas.
Y que fallan.
Que quieres hacer algo, pero no te sale.
Que estás torpe.
Que no aciertas en las palabras ni en los gestos.
Que metes la pata, digas lo que digas y hagas lo que hagas.
Que no estás en sintonía con el exterior.
Que no estás en lo que estás.
Que mientras estás haciendo algo quisieras hacer otra cosa.
Que te pones a hacer algo y estás pensando que tal vez convenía hacer otra cosa.
Que acabas de mala leche porque no te aguantas ni a ti misma.
Y que al final, estás deseando que acabe el día.
Yo, lo llamo contrariedad.
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Lo mejor de hoy, me he regalado (la rosa no) el libro de Óscar Esquivias, La ciudad de plata, con fotos de Asís G. Ayerbe.
Os regalo unas palabras del mismo:
"A veces sentimos que Burgos nos contradice y conspira contra nosotros;
otras, nos ayuda y pone en nuestro camino a la persona que queremos encontrar, nos regala las luces de un atardecer o la soledad de un banco bajo la sombra de un castaño. Según su humor, Burgos nos protege y cobija o nos empuja y nos saca a patadas a la calle. Quizá debamos reconocer entonces que no somos los hombres los que moldeamos las ciudades, sino que sucede justo lo contrario. Rodenbach, refiriéndose a Brujas, lo expresó así:
Toda ciudad es un estado del alma, y cuando se vive cierto tiempo en ella, este estado espiritual se contagia, se propaga en nosotros a través de un fluido que se inocula y se incorpora con la tonalidad del aire.
¿Cuál es el alma de Burgos? Para responder a esta pregunta hya que acercarse a la ciudad, vivir en ella, sentir cómo -en el momento más inesperado- nos asalta, nos ilumina, nos atrapa."
Óscar Esquivias.-
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A veces la sintonía se produce con aquello que otra persona ha escrito y que pudiera haber sido escrito por uno mismo.
A veces la sintonía se siente cuando algo externo coincide con lo interno, lo triste de esto es cuando ese factor externo está lejos y es inalcanzable. Ahí, la tristeza y la soledad es infinita.
Sigo contrariada