martes, 8 de abril de 2008

EL RESBALÍN

Este producto sin igual
que estoy a punto de patentar.
Cada día por la mañana
es fácil, nada más,
coges y te das
una pequeña cantidad.

Resbalín, resbalín, resbalín
ay qué gustirrinín.

Si algún día con prisas voy
y la loción no me he echaó...
pobre de mí...
y del de al laó.

Que hay mucha mala leche
y hay que contrarrestrar...,
dese su resbalín, señora,
dese, dese, dese...

Nada más, una gota nada más,
y sus efectos perdurarán
cual desodorante sin igual.

Resbalín, resbalín
¡ay, que hoy no me di!

Su cara brillará,
su estómago lo agradecerá.
Que el jefe está por molestar,
dese una gota de resbalín.

Resbalín, resbalín
dese, señora, dese.

¡Ay, que se me va a acabar!

Pues vaya presto a comprar.

¿Dónde lo venden señora?

Ah, que usté lo tiene que fabricar.

Hay una receta casera,
fácil de cocinar.
Los ingredientes que usté quiera
y en la cantidad que prefiera.

paciencia,
antimediocridad,
risas de tripa,
tranquilidad,
pasotismo...

Añada lo que usté más quiera
y resbalín tendrá en su nevera
guarde un poco en la cartera

por si falta le hiciera.

Resbalín, resbalín, resbalín
ay, qué gustirrinín