martes, 27 de mayo de 2008

la risa

Hubo un tiempo en que todo, o casi todo o prácticamente todo, me lo tomaba en serio.
Todo me lo tomaba a pecho.
Tenía un nivel de autoexigencia excesivo y eso me llevaba a tener unos malos ratos...
Siempre he sido sonriente, la verdad.
Pero, sin embargo separaba los momentos serios de los momentos de cachondeo.
Cuando era estudiante, estudiaba demasiado, más de lo que debiera. La verdad es que en casa, hasta mi padre me decía,"anda hija, descansa un poco".En realidad esto se dio hasta los 20 años que pase unos años, más malos que buenos (esto lo contaré algún día) y entonces ya me costaba concentrarme y lógicamente repercutió en mis estudios, pero bueno no lo hice tan mal, acabé mi carrera. El caso es que en aquella época me tomaba muy en serio a los profesores, a los compañeros, a mis padres. Sus comentarios, sus conversaciones...
Así se puede decir que hasta digamos casi los cuarenta años.

Ahora es tremendo, me río hasta de mi sombra.
Lo primero, me río de mí, la verdad.
Me miro al espejo cada día, soy presumida "quetecagas", lo reconozco. Tampoco me paso las horas porque no tengo tiempo. Lo que me gusta es que me miro y me reconozco y luego me río, siempre me río, cada día me río al mirarme.
Y, reconozco, que eso me lleva a reírme de los demás, unas veces más sanamente que otras.

risa (2)

Me río,
¡Ay de mí si no fuera por la risa…!
Me río,
y es como un río…
Un río de risa.
Sin prisa.
Me río contigo.
Y hasta con Isa.
¿A que sí?
¡Qué risa!
Me río de ti,
y de mí, por supuesto.
Me río, sí.
Hasta de lo que llevo puesto.
Que sí.
Es que si no me río…,
casi todo lo detesto.
La risa.
La risa floja.
La risa tonta.
La risa, el orgasmo de la mente.
Eso me decía Vicente
Y yo se lo digo a la gente.
Y hasta lo decía mi abuela.
Y mi madre y mi padre.
Si en realidad, de familia me viene.