martes, 8 de julio de 2008

EXHIBICIONISMO II

El botellón.
Y qué voy a decir que no esté dicho, manido, hablado y requetehablado.
El botellón.
Acaban de ser las fiestas de Burgos, y ya se sabe, hoy en día cualquier motivo es bueno para hacer botellón. El Paseo de Atapuerca, llamado así porque está paralelo al Museo de la Evolución Humana (en construcción), otros años se llenaba de los puestecitos que colocan en las fiestas, donde se vende de todo. Pues bien este año ese mercadillo se ha trasladado a otra zona. Con lo cual este Paseo, en pleno centro de Burgos, se ha convertido en lugar para hacer botellón porque además está al lado del río. Con lo cual tenías que ver al pasear por ahí a todo tipo de personajes, de una media de 16 años, bebiendo, fumando, meando y haciendo todo tipo de gilipolleces, esas que se hacen cuando además de joven no sabes beber.
Dicen, creo entender a lo mejor estoy confundida, que está prohíbido hacer botellón.
Vamos a ver si escribiendo y exponiendo este tema lo mejor que pueda, me aclaro y de paso me ayudáis a hacerlo.
En Burgos hay una serie de lugares, conocidos públicamente por casi todos los burgaleses, donde se hace botellón. Suele ser, pena me da, en las orillas de nuestro río Arlanzón.
Es cierto, y me da la impresión de que me estoy explicando mal, que las cosas que no están bien da igual donde se hagan, o no. Porque incluso hay muchas cosas que están muy bien y tampoco da igual donde se hagan.
Porque digo yo, creo que hay muchas cosas que tienen un valor hasta agradable siempre que se hagan en la intimidad, en el momento que se hacen cara al público, creo que pierden el respeto por sí mismos los actuantes y además pierden el respeto a los demás.
Estos días he conocido por la prensa que un ciudadano español, de Béjar para más señas (me he acordado de Javier) ha sufrido en propias carnes las consecuencias del botellón. No sé si la noticia estará o no manipulada. Este hombre vive en una casa con su familia tranquilamente, y cerca se ha puesto de moda el botellón. Pues bien, él creo que lo que hizo fue denunciarlo. Y al final el mundo al revés. Quien se supone que tiene la razón es increpado a la puerta de su casa por una "manada" de jóvenes quienes le insultan de hijoputa para arriba.
Pues nada, que yo no entiendo nada.
Que lo que digo, los educados, los cívicos, los que queremos vivir en paz nos vemos violados en nuestros mínimos derechos y si encima denunciamos somos perseguidos.
Pues que yo no entiendo nada, lo siento.
Y es que creo que a los jóvenes ahora les gusta beber y les gusta exhibirse, les gusta tanto beber como que se les vea bebiendo, es como una provocación a los demás. Y además dentro de esta moda está incluido el dejar todas las botellas, cajas de cartón, bolsas de supermercado...claro los orines, vómitos...y demás pampurrias...
Y así seguimos teniendo que ver espectáculos de los exhibicionistas de turno.