viernes, 23 de mayo de 2008

UN 23 DE MAYO DE 1992

Hasta aquí hemos llegado...
Ahora y hoy.
Mañana, ya veremos.
Esta ha sido nuestra teoría en estos dieciséis años, sino (yo al menos, he sido más cabra loca que Jaime) no me hubiera casado ni de coña.
Lo de "para toda la vida" es como angustioso.

Fue un día genial, lo pasamos estupendamente.
Recuerdo que por la mañana llovió casi tanto como hoy.
Nos casamos por la tarde, y al menos no llovió.
Reunimos a mucha gente.



Han pasado dieciséis, se me han pasado volando. Hemos pasado muchas cosas, hemos tenido dos hijos, nos hemos aguantado (tal vez, a veces siento que yo he dado más guerra en esta historia) el uno al otro, hemos discutido, tenemos carácter los dos. Yo, más torrente, Jaime más pausado. Creo que es mi calma en los momentos de arranque. Y, yo también la suya en los suyos. Siento, que he tenido suerte, supe elegir y (hasta ahora) me ha ido bien.

Yo, como persona, he mejorado, he crecido, he evolucionado, pero cuando me veo en la foto, me siento la misma que ese día.