martes, 22 de enero de 2008

LA RADIO




Siempre me ha acompañado.

Desde muy niña.

Es algo muy especial lo que siento con este medio.

Me da información.

Me da música.

Me da compañía.

Y me da libertad.


Me permite hacer muchas cosas a la vez que la escucho.

Es ella la que me despierta.

Es ella a la que primero escucho.


Recuerdo cuando era pequeña que había un armatoste en casa, que estaba ahí, pero que apenas se oía, era como de adorno. Y luego había otra, pero que era monopolio de mi padre.

Mi abuela me trajo una de Andorra (allí eran más baratas).

Entonces recuerdo, cuando estaba mala en la cama, que me la ponía debajo de la almohada.

Y recuerdo "La saga de los porretas", parece que estoy oyendo la sintonía.

Tampoco puedo olvidar "El consultorio de Elena Francis", me acuerdo que mi madre no me dejaba escucharlo porque decía que "aprendía cosas". Y yo, a escondidas, siempre que llegaba del colegio mientras merendaba, antes de hacer la tarea, escuchaba a la tal Elena Francis y las historias que allí se contaban y me encantaba.

Cuando empecé la etapa de adolescente recuerdo un programa ( no su nombre) al que se podía llamar por teléfono para pedir que pusieran canciones ( discos dedicados) y votar a una de ellas; siempre votaba a "¿Crees que soy sexy?" de Rod Stewart, era mi ídolo . Creo que se emitía los jueves y era desde Burgos. Incluso se podía ir al estudio a escucharlo en directo. Lo pasábamos genial llamando y llamando hasta que nos cogían...Y la vergüenza de escucharte. Y a ver si conocías a alguien de los que llamaba...

Después de unos años, descubrí el "Loco de la Colina", era una maravilla escuchar su voz por la noche, con mi aparatito debajo de la almohada, yo sentía que aprendía y que me transportaba a otro mundo diferente.

Más adelante me acompañó en muchos momentos el Señor Casamayor, y aquello fue tierno y familiar.

Y así, programas y programas.

Las canciones las he conocido através de la radio, y me he pasado las horas escuchando programas de música tan especiales...

Y, hoy, sigo escuchando la radio.

Es fundamental en mi vida, diría yo que mucho más que la televisión. Para mí, es que son incomparables.

Me gusta la radio.
Porque me permite hacer otras cosas a la vez.

Porque puedo moverme y no hace falta apoltronarme.

Porque si quiero la escucho y si no desconecto (incluso aunque no la apague).

Porque me acompaña y me da libertad.

5 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Excelente resumen de lo que significa la radio: compañía y libertad.
Recuerdo esos programas que citas, y la música. Y los anuncios. Y a mi madre escuchando Simplemente María.
Qué recuerdos, Pilar, qué recuerdos. Y ahora. Siempre tengo una radio a mano.

Francisco O. Campillo dijo...

Mi recuerdo más lejano de la radio se remonta a "La saga de los Porretas". Años más tarde, vendría "Gomaespuma" y más tarde, Julia Otero, que tanto me gusta.
De la radio, me quedo con esa compañía educada que no te exige fidelidad y atención exclusiva.

ana dijo...

Y de muy pequeña, un novelón radiofónico que después de comer sonaba a siesta de abuela,
"Simplemente María", jajajaja,
qué recuerdos!, los sonidos -igual que los olores- te transportan con la velocidad del rayo a otros momentos.
Abracitos,
ana.

jg riobò dijo...

Al despertarme me dice loa ropa que tengo que llevar pues voy andando al trabajo.
En la comida nos acompaña con su música.
En la cocina para cocinar Radio 5 y su mezcolanza.

Anónimo dijo...

Aquel programa se llamaba "Clan Musical" y lo hacia Paco Lesmes en Radio Popular de Burgos