lunes, 10 de diciembre de 2007

PORQUÉ LOS HOMBRES MEAN DE PIE





Tenía otra entrada para hoy, pero me he dado cuenta de que me estaba poniendo con un tono cultural y trascendental... y no podía ser. La guardaré para otro día.

Tengo que seguir en este punto intermedio, y aunque lo de hoy no sea estrictamente cultural, y hasta parezca chistoso, creo que es muy serio.

No sé si será escatológica.

El porqué los hombres mean de pie y las mujeres sentadas.

Sé que puede parecer absurdo, como siempre lo hemos así..., como nos han enseñado desde pequeñitos-tas a hacerlo así....en nuestra cultura, claro.
Pues, cosas de estas yo me he planteado alguna vez y hasta las he llevado a debate entre mi círculo de amistades femeninas y masculinas.

Esto me ha venido a la cabeza, hoy en concreto, porque estoy como muy harta de ver a hombres meando por esquinas, no voy a decir a todas horas, pero sí en diferentes ocasiones, y precisamente no en lugares extraños ni privados lógicamente, sino más bien públicos y no en baños (públicos), puesto que si así fuere éstos (los baños públicos) suelen tener un monigote o similar que suele indicar el sexo para saber dónde tiene uno que entrar, lo cual está muy bien para evitar sorpresas desagradables, más que nada por cuestión de puntería.

Pues bien, hoy tengo que agradecer, sin ir más lejos, la inspiración de esta entrada, a un hombre, precisamente, a quien he visto mear esta mañana. Eso sí, él ha mirado hacia la izquierda y la derecha, pero claro es difícil en esa posición y en esa disposición mirar hacia atrás. Que, casualmente, estaba yo.

Lo primero que me ha asaltado a la cabeza es "¡qué tío más cerdo!
Lo segundo, intento ser más comprensiva, y entonces pienso, "pobrecillo, no habrá encontrado otro sitio".
Pero lo tercero es lo siguiente:
“Vamos a ver cuántas veces en mi caso y en el de muchas amigas, tías, primas … mujeres en general, nos ocurre que no podemos más, y directamente nos aguantamos, o buscamos el lugar idóneo, y damos mil vueltas si hace falta hasta que lo encontramos.
Entonces, porqué los hombres no pueden hacer lo mismo. Es que ellos tienen menos aguante, o es que ellos gozan del beneplácito de mear de pie y esto les hace tomar una posición más idónea.

Pues bien, digo yo, qué opinión merecería ver a una mujer en esta disposición haciendo públicamente sus necesidades más primarias.

Por cierto, estoy intentando colgar una foto que tengo con el Manneken Piss de fondo, pero que me da problemas, a cambio os incluiré otra. Os debo una foto.
Y bueno, que me están entrando ganas de ir al baño. Tengo suerte, estoy en casa y lo tengo cerquita.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que la foto que nos debes, no sea demostrativa del buen arte de mear de pie de los seres “a-penados”.

jg riobò dijo...

Lo siento, yo meo sentado, como vosotras.
En el trabajo hecho pestes contra los tíos ya sabes el motivo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Como todo, Pilar, esto está cambiando. En los lugares de bebercio últimamente es frecuente ver a chicas jóvenes meando en la calle. Y no es que yo me fije mucho...
Para otro día dejo las conversaciones comunitarias en los servicios públicos, de pie y mirando todos a la pared.

PILAR dijo...

Bipolar, todo llegará a su debido tiempo, ya lo verás.
Javier, no sabes lo original y lo bien que me parece tu posición para miccionar.
Pedro, Pedro, que seguro que has intentado echar una miradita, lo digo por los puntos suspensivos...

PILAR dijo...

Pedro, por cierto, lo de las conversaciones me interesa mucho.

ana dijo...

Eso les asemeja mucho a quienes siguen haciéndolo como lo han hecho siempre, igual que ellos.
Los perros, esos que todavía no han cambiado sus normas y encuentran cualquier esquina idónea para dejar su huella y feromonas o lo que sea que dejan.
Será un instinto ancestral también el de los hombres, que con este acto (asqueroso)están intentando que la "hembra" tenga un rastro sexual para seguir?
un abrazo,
ana.

Anónimo dijo...

No creo que sea una cuestión cultural, me imagino al primer hombre erecto hacer lo mismo que sus predecesores actuales...es decir estar de pie, eso no es ni más ni menos que un regalo del que les ha dotado la madre naturaleza, una facilidad a la que sacan partido como haríamos todas si pudiéramos…lo haríamos. El problema no creo que sea la postura al miccionar, el problema real es que algunos se aprovechan de esa facilidad para hacer lo que les viene en gana. y ahí es donde lo que dices cobra su verdadero sentido

Anónimo dijo...

Siempre he considerado una ventaja el hecho de ser varón, al ver las kilométricas colas de integrantes del género femenino delante de los servicios de mujeres.
Los descansos del fútbol tendrían que ser de una hora si las féminas fueran en más número a los partidos, o bien, construir servicios para ellas en todos los bajos de las gradas si es que no quieren perderse la segunda mitad de los partidos.
Mucho peor que un ser racional haciendo menores en cualquier rincón, es uno irracional, guiado por un racional, haciendo mayores en todos los parques de la ciudad, que parecen un maloliente cagadero de perros.

Anónimo dijo...

Los hombres y sus apéndices. Exposición genérica.

Hablando de este mundo de desdichas y sus pichas, quiero aprovechar esta oportunidad que me brinda la vida, de sacar a coladero, lo que es para mí una pregunta existencial, por si amablemente algún/@ contertuli@ me pudiera responder.

¿Por qué los hombres se rascan públicamente, con frenética desvergüenza, sus testículos y pene? ¿Acaso existe el “penus acarus”? ¿Se trata de una dermatitis utópica? ¿Es un tratamiento que reactiva la circulación sanguínea o quizás es un proceso de agitación del huevis espermitum?

¿No se dan cuenta del rebuzno gráfico que expelen al exterior?

Ya que mi retina está sometida a una excesiva exposición diaria, necesito una respuesta que produzca un tratamiento de choque.

Ruego a los versados filólogos que disculpen mis formas latinas, que no tengo el día pa’ traducción de textos originales.

PILAR dijo...

Bipolar, Este comentario me va a dar pie a hacer una entrada, te plagiaré la idea.
Dicen que los hombres no pueden evitar dirigir su mirada al culo (¡perdón!) de las mujeres, o al pecho, o a cualquier lugar del cuerpo femenino, lo cual por otra parte no me parece mal, siempre que la mirada no sea demasiado descarada y lasciva.
Pues casi diría que es directamente proporcional la condición de hombre con la relación MANO-PENE. Esta relación se da en pequeños, mayores, hombres de toda condición cultural y social. No sé si será por falta de higiene, por costumbre o por colocación, no sé me imagino que algún hombre tendrá la respuesta.
Lo que sí es cierto es que si los hombres supieran el repelús que produce dicho tocamiento y que además se ve a leguas...tal vez dejarían de hacerlo.
Mientras tanto, Bipolar, tendremos que seguir cerrando los ojos en ciertas ocasiones, o simplemente, reirnos.

Anónimo dijo...

Pilar, en lo de to paun lao (como los toreros)hay mucho mito.

La razon parece ser mas prosaica, terrera y directamente proporcional: cuando pica lo mejor es arrascarse.

A proposito, ¿Por que los seres a-peneados (bipolar)se miran tanto a los espejos de los coches, cuando esta paradas en los semaforos? No sirve contestar que los seres peneados se sacan bolillas de las narices.
Gracias por unas entradas tan divertidas.