viernes, 30 de enero de 2009

la paz

Hoy mis hijos celebran el día de la Paz en el colegio.
Algún año he asistido al acto.
Cuando yo era niña, la verdad, es que pocas veces se hablaba de la paz.
La paz era aquello que nos dábamos cuando el cura decía: "la paz esté con vosotros", y entonces te dabas la mano con el de la izquierdad y el de la derecha, o un par de besos.
Hoy se habla mucho de la paz, quizá demasiado. Como también se habla de solidaridad, de amor y de tantas cosas...palabras y palabras.
De todas formas creo que está bien celebrar un día (no sé si es mundial) de la paz.
Está bien pararse a pensar en la paz. Pero luego sin embargo a veces, tristemente, observo poca paz a mi alrededor. La gente chincha al de al lado, sin ir más lejos en mi casa mis hijos se chinchan continuamente y es algo que sigo sin explicarme. Sí es cierto que entre hermanos ha sido esto muy típico, sí recuerdo que mis hermanos hacían lo mismo conmigo, lo digo así porque yo era la pequeña y lo hacían más ellos conmigo que al revés.
Y ya no voy a lo cercano, no hace falta que diga cómo está el mundo.
Pero yo sigo creyendo en la paz.
Me gusta el sonido, me gusta repetir esta palabra en mi interior. Me gusta cómo suena.
Me gusta, sobre todo, sentirme en paz. La paz interior.
Creo que (como dice mi madre) la caridad empieza por uno mismo. Pues sí, la caridad, el amor, el perdón y la paz. No puedo pedir paz si yo no la tengo. Aunque también es cierto que me costará tenerla si el de al lado no me la da, o sí quién sabe, verdad? todo depende de lo fuerte que uno sea o de cómo se sienta esa paz.
Yo, ahora me siento en paz conmigo misma, y sinceramente es una GOZADA.
Es un sentimiento profundo, de las tripas y de las entrañas.
En otras épocas me ha costado tanto darme la paz, mecachis...que ahora la disfruto, la condonación es algo hermoso, pero sobre todo con una misma. Arrastramos (o arrastro) esa educación judeocristiana de la culpabilidad y conseguir esa paz a veces es costosa. A veces incluso llego a pensar que si estar en paz es estar cómoda, y a lo mejor no es tan auténtica.
Pero, sinceramente, si quiero vivir bien, tener incluso el cutis mejor, el estómago ni te cuento y sobre todo dormir plácidamente...Quiero tener la paz, esa paz que ahora tengo, que he ido consiguiendo con el tiempo y sobre todo espero que dure.
Y de paso, como dicen los curas: "La paz esté con vosotros"

6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

No hay paz que no comience dentro, Pilar, muy adentro. Besos.

Teresa dijo...

Por momentos oía el chorrillo de la cascada y he olido el incienso...
pero al final... he visto al CURA...agggh

paz hermana
te veo muy espanchingada...

Merche Pallarés dijo...

Bello post sobre la paz y no sabes cuánto me alegro de que la hayas encontrado, querida Pilar. Guárdala como oro en paño... Muchos besotes, M.

jg riobò dijo...

Y contigo.

Isabel Huete dijo...

La paz empieza en cada uno de nosotros cada vez que nos paramos a escuchar el corazón. Su latido es como una canción de cuna que atempera el ánimo y endulza la mente.
Besos, cari.

Philadelphia dijo...

Si es difícil encontrar la paz interior, está la meditación y todo eso que a mí me parece muy complicado...probé con el streching...está bien.

Un saludo.