Sin ninguna razón,
sin un porqué especial,
buscando fotos,
ordenando imágenes...
He recordado esa tarde de verano...
Hoy, con la niebla que cae en la noche de Burgos,
hoy, después de un sol espléndido,
hoy, después de una tarde de recados y de estudio con mis hijos,
Hoy, un veintiuno de enero, un lunes cualquiera...
Hoy traigo el recuerdo de esa tarde de verano.
Pasamos un día estupendo,
un grupo de amigos con niños.
Subimos andando hasta la ermita de Valdelateja.
Después fuimos a Cortiguera, un pueblo medio abandonado,
aunque lo están recuperando. Dicen que viven "hippies".
Tiene un encanto especial de pueblo fantasma.
Comimos en Pesquera de Ebro.
Llego la tarde. Era junio, un junio caluroso.
Paseando, llegamos al río.
Nadie había llevado bañadores.
Los niños, sólo ellos,( los mayores no, cosas de la edad) se quedaron con sus ropas menores y se lanzaron al agua.
Estas imágenes me traen el recuerdo de aquel día, de los amigos.
Y cuando las he visto, sobre todo, he pensado en la libertad.
Y, otra vez, he pensado en qué mayores se han hecho ya todos los de la foto.
Y en la sencillez de las cosas.
En la belleza de lo natural.
En la amistad.
En la niñez.
En la vida.
4 comentarios:
Esos recuerdos nos acompañan: gritos, paseos, comida, el campo, el agua, el calor, la amistad...
Y qué paisaje tan hermoso disfrutasteis.
Todo sigue sencillo.
Hay que perder la verguenza de la edad.
Gracias, chicos. Por cierto me gusta veros con la foto, es más cercano. Cualquier día cuelgo una mía.
Javier, la tuya es como de carnet.
Pedro, la tuya es autofoto, tiene toda la pinta.
PIlar, Cuánta razón tienes,
las cosas más sencillas son las que se posan y residen en la memoria, dejando un sabor de felicidad.
Buen dia,
ana.
Publicar un comentario