...cuando sonó el despertador
no sabía ni qué día era, ni la hora
...estos días me incitan a invernar
...me cuesta despertar
me cuesta levantarme
...el cuerpo me pide siesta
...estar apalancada y espanchingada
...no sé si será lo gris del cielo
...el frío de la calle
el caso es que estaba dormida profundamente...
martes, 27 de enero de 2009
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7 comentarios:
¡Qué envidia!
¡vaya entradita más cutre, maja!
con la de tiempo que llevas sin dar noticias y te marcas esta tontería...
bien que estés vaga, maja, pero currátelo un poco que estás bajando el nivel quetecagas...
y si no silénciate...
Besos, bueno, perdona la bronca, aunque sé que estás acostumbrada a que lo haga, ¿pero a que cada vez te trato mejor? oye, que te voy queriendo cada vez más...
Qué sonido ése del despertador, querida Pilar, qué sonido.
Nos debemos café.
Jajaja. Qué cruel es Pilar en su comentario.
En fin ¿sabes lo que más me ha gustado? Esa palabra: "espanchingada".
Es tan gráfica... tiene eso del abandono, del cuerpo como dejado caer...
Bueno, pues espanchíngate a gusto y que disfrutes del espanchingamiento (o de la espanchinguidez).
Un abrazo.
Sigue dormida, el cuerpo despertará sólo.
Bueno, un post al mes no está mal...
¡Qué rabia da cuando estás profundamente dormida y te despierta el despertador! Lo odio. Te entiendo. Muchos besotes, M.
Yo me apunto a la espanchingada (espichada también me gusta)
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