He desconectado.
He descansado.
He hecho nada, o casi nada.
He estado con los míos.
Lo necesitaba.
Lo necesitábamos.
He paseado.
He contemplado.
He dormido.
He siesteado.
Me he tumbado en la playa.
La tranquilidad de junio en Levante.
¡Qué suerte!
¡Qué poca gente!
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Me persigue tu mirada,
"negrito" de la playa,
no puedo mirarte a los ojos,
te miro de lejos,
pero no a la cara.
Me llevo tu mirada,
"negrito" de la playa.
Mi hijo me decía:
"cómpraselas todas"
"cómpraselo todo"
camisolas, pareos,
coca-colas.
Y el "negrito",
los "negritos",
allí están
todos los días,
a partir de las once,
desembarcan.
No puedo mirarte a los ojos.
Soy demasiado cobarde.
Te llevo en mi corazón,
pero eso es demasiado tarde.
Y, demasiado cobarde.
miércoles, 2 de julio de 2008
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5 comentarios:
Bueno ¡ya has vuelto! y, mira, que no darte un salto a Ibiza... ¡Bienvenida! de todas formas. Besotes, M.
Veo que vuelves como nueva.
Hola, me alegro mucho de que hayss descansado con los tuyos. Pero todo se acaba y vuelta al redil. Un saludo. Manza
Buena vuelta, Pilar. Ahora todo está acallado, como si el calor pesara.
¿Qué pensarán de nosotros y nuestra opulencia?
Se empeñan en traernos sus figuras de madera que no compramos.
Trenzas y relojes
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